Hoy, domingo 13 de septiembre de 2009, hemos visitando la localidad valenciana de Alborache, para participar en la carrera BTT con 40 Km. de recorrido y un desnivel acumulado de +749,181/-768,480 m. Para Arroyo y Joano era la segunda carrera de la temporada estival, y para Manolo Vila, especialista en 400 metros lisos, era su primera carrera oficial, aunque no iba exento de entrenamiento ya que se prodiga por los duros caminos de Enguera.
La carrera se ha iniciado a las 9:00 con una salida neutralizada de 2 Km., durante los que hemos calentado las piernas subiendo las primeras rampas. Al principio Manolo ha tirado de Arroyo y Joano, pero pronto se ha alejado haciendo alarde de una resistencia envidiable. En los primeros descensos, Arroyo, gracias a su gran pericia técnica en estos tramos y a sus 110 Kg. de peso corporal ha sido capaz de alcanzar a Manolo en varias ocasiones, aunque éste se alejaba de nuevo en la siguiente rampa. Joano seguía a su ritmo, sin cebarse, y así con su alta frecuencia de pedaleo, emulando a un molinillo, alcanzaba a Arroyo en las subidas.
Sin noticias de Manolo, que se había ido de nuestro grupo, Arroyo y Joano disfrutaban del recorrido, sin la presión de estar cerca de la moto escoba. Después de un pronunciado descenso y una curva a la derecha, nos hemos encontrado un riachuelo al que Joano ha entrado primero. El agua le llegaba hasta el eje de las ruedas, y se ha encontrado al salir con un repecho lleno de barro resbaladizo, esto ha impedido que haya podido superarlo, ya que tenía una marcha de descenso. Ni aún poniendo sendas zapatillas en el barro, ha sido capaz de mantenerse de pie y ha caído con sus dos rodillas al suelo, haciendo que Arroyo pusiera los pies en el agua y taponando el paso a los demás participantes, ya que solo se podía pasar de uno en uno.
A unos kilómetros del meridiano de la prueba, en un ascenso bastante duro, tanto como para apearnos del pedal, Joano miraba de vez en cuando atrás buscando el reflejo de la camiseta roja de Arroyo. En uno de esos momentos alguien del pelotón ha gritado: ¡Caída!, cual ha sido la sorpresa de Joano, que Arroyo junto a su cabra, estaban tirados en la cuneta junto a un matorral y ha necesitado la ayuda de tres corredores para levantarlo, sin embargo, la caída no ha tenido ninguna trascendencia.
Ahí no quedado todo, en el kilómetro 30 la rueda trasera de Arroyo pierde aire, ¡Pardiez, pinchazo!, hemos tenido que parar y repararlo, esto ha supuesto la pérdida de la ventaja obtenida al no parar en el avituallamiento de mitad de la carrera, perdiendo 10 minutos. Por si esto fuera poco, faltando menos de kilómetro y medio de meta, Arroyo ha reventado su rueda trasera y ha decidido no repararla, así que Joano se ha adelantado llegando a meta con un tiempo de 3 h. 6 minutos. Manolo había llegado previamente con 2 h. 47’ y Arroyo que iba andando, ha llegado esprintando para no ser adelantado por ciclistas que le iban al acecho, con un tiempo total de 3 h. 14 minutos.
Nuestros tres globeros satisfechos después del esfuerzo han tenido su merecida recompensa, Manolo y Arroyo han devorado varios sándwiches, bocadillos y todo lo que pasaba por sus manos, mientras Joano daba cuenta de numerosos trozos de sandía.
Así terminó todo, hasta la próxima Alborache!!!!!
La carrera se ha iniciado a las 9:00 con una salida neutralizada de 2 Km., durante los que hemos calentado las piernas subiendo las primeras rampas. Al principio Manolo ha tirado de Arroyo y Joano, pero pronto se ha alejado haciendo alarde de una resistencia envidiable. En los primeros descensos, Arroyo, gracias a su gran pericia técnica en estos tramos y a sus 110 Kg. de peso corporal ha sido capaz de alcanzar a Manolo en varias ocasiones, aunque éste se alejaba de nuevo en la siguiente rampa. Joano seguía a su ritmo, sin cebarse, y así con su alta frecuencia de pedaleo, emulando a un molinillo, alcanzaba a Arroyo en las subidas.
Sin noticias de Manolo, que se había ido de nuestro grupo, Arroyo y Joano disfrutaban del recorrido, sin la presión de estar cerca de la moto escoba. Después de un pronunciado descenso y una curva a la derecha, nos hemos encontrado un riachuelo al que Joano ha entrado primero. El agua le llegaba hasta el eje de las ruedas, y se ha encontrado al salir con un repecho lleno de barro resbaladizo, esto ha impedido que haya podido superarlo, ya que tenía una marcha de descenso. Ni aún poniendo sendas zapatillas en el barro, ha sido capaz de mantenerse de pie y ha caído con sus dos rodillas al suelo, haciendo que Arroyo pusiera los pies en el agua y taponando el paso a los demás participantes, ya que solo se podía pasar de uno en uno.
A unos kilómetros del meridiano de la prueba, en un ascenso bastante duro, tanto como para apearnos del pedal, Joano miraba de vez en cuando atrás buscando el reflejo de la camiseta roja de Arroyo. En uno de esos momentos alguien del pelotón ha gritado: ¡Caída!, cual ha sido la sorpresa de Joano, que Arroyo junto a su cabra, estaban tirados en la cuneta junto a un matorral y ha necesitado la ayuda de tres corredores para levantarlo, sin embargo, la caída no ha tenido ninguna trascendencia.
Ahí no quedado todo, en el kilómetro 30 la rueda trasera de Arroyo pierde aire, ¡Pardiez, pinchazo!, hemos tenido que parar y repararlo, esto ha supuesto la pérdida de la ventaja obtenida al no parar en el avituallamiento de mitad de la carrera, perdiendo 10 minutos. Por si esto fuera poco, faltando menos de kilómetro y medio de meta, Arroyo ha reventado su rueda trasera y ha decidido no repararla, así que Joano se ha adelantado llegando a meta con un tiempo de 3 h. 6 minutos. Manolo había llegado previamente con 2 h. 47’ y Arroyo que iba andando, ha llegado esprintando para no ser adelantado por ciclistas que le iban al acecho, con un tiempo total de 3 h. 14 minutos.
Nuestros tres globeros satisfechos después del esfuerzo han tenido su merecida recompensa, Manolo y Arroyo han devorado varios sándwiches, bocadillos y todo lo que pasaba por sus manos, mientras Joano daba cuenta de numerosos trozos de sandía.
Así terminó todo, hasta la próxima Alborache!!!!!
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